A lo largo de los años como psicóloga he tratado a muchas personas cuyo autoconcepto negativo ha generado muchos sentimientos de rechazo hacia ellos mismos, suponiendo esto gran sufrimiento y consecuencias desastrosas en sus vidas.
La inseguridad
La inseguridad puede estar afectándonos en un área concreta o afectarnos de forma más generalizada (podemos tener sentimientos de inseguridad hacia nosotros mismos en el ámbito profesional, en nuestras relaciones sociales o de pareja, como padres, y en cualquier área personal). La baja autoestima puede ser algo más estable, o algo puntual por cambios en nuestras vidas.
Por aspectos físicos
Referente a la inseguridad por nuestro aspecto físico, me gustaría hablarte de Lidia, una mujer de 34 años, inmigrante que llegó a España con 14 años: una adolescente de baja estatura, y cuyas nuevas compañeras aludían de forma reiterada a lo bajita que era.
La presión social sobre su aspecto condicionó negativamente el desarrollo de su identidad y su autoconcepto. En ese momento estaba construyendo su personalidad y las experiencias negativas, como no sentirse aceptada, hicieron que aprendiera a creer que para ser de valor y suficiente era necesario ser físicamente de una determinada manera.
Percibirse negativamente le hacía tener sentimientos de rechazo hacia ella misma, que contribuyeron a fomentar la creencia que adelgazar a toda costa, le haría ser más “bonita”, a los ojos de los demás, lo que le llevó a episodios de bulimia que persisten hasta su edad adulta. La necesidad constante de agradar le llevó a un consumo abusivo del alcohol. En la actualidad Lidia es una mujer insegura, que necesita gustar a los hombres de forma desmedida, se compara constantemente con otras mujeres y su inseguridad genera problemas con su pareja, continúa con episodios de bulimia y teme engordar.
A nivel profesional
Otro caso de inseguridad, en este caso en el área profesional, es lo que le ocurrió a un hombre de 55 años llamado Arturo. Durante años había desarrollado su actividad profesional como químico en una gran empresa. Su confianza en sus destrezas y conocimientos profesionales se vio trastocada, cuando su empresa fue comprada por una multinacional extranjera. Los cambios a los que tuvo que hacer frente y un jefe complicado, hicieron que sus niveles de ansiedad y miedos se dispararan. Su autoconcepto como profesional era negativo, se cuestionaba si sería capaz de hacer bien su trabajo, se comparaba con sus compañeros y creía que su jefe lo vería como un trabajador que no estaba a la altura.
Nuestra autoestima se puede ver afectada por muchas circunstancias a lo largo de la vida, ya sea porque crecimos en una familia que no nos pudo suplir afectivamente, porque recibimos abusos sexuales, porque sufrimos rechazo, o porque los cambios y las etapas que las personas sufrimos a lo largo de nuestra vida ponen en jaque la aceptación y el respeto por nosotros mismos.
Sea como fuere, todos podemos aprender cómo proteger nuestra autoestima.
Mejorar y sanear nuestro autoconcepto supone aprender a:
Aceptar lo que no te gusta de ti
Aprende a respetarte aún cuando falles y te equivoques. Háblate con respeto, como lo harías a un amigo/a.
Conocer tus fortalezas y debilidades
Todos brillamos en ciertas áreas: descúbrelas y poténcialas. También reconoce aquello en lo que no eres bueno, en lo que te cuesta y sueles fallar. Siempre podrás mejorarlo. Tus debilidades no son algo que define tu identidad como persona. Reconocerlas y aceptarlas, te ayudará a respetarte y tratarte mejor.
Gestionar los rechazos de los demás
No podemos gustar a todo el mundo, y cuando alguien te critica, te dice no o simplemente no está de acuerdo contigo, eso no significa que te rechace a ti como persona. No necesitamos la aprobación de todos para poder ser felices.
Tu yo ideal y tu yo real
Todos hemos construido de alguna forma un yo ideal, esto significa que nos imponemos cómo deberíamos pensar, sentir y actuar, porque es lo “adecuado”. Estas auto imposiciones minarán nuestra autoestima. Recuerda que eres “suficiente”.
Dejar de compararte con los demás
Eres único/a, no hay otro con tus mismas cualidades. ¿Por qué querríamos ser como otro?. Siempre que nos comparamos salimos mal parados, te harás daño. Que admires una cualidad de otro, no significa que tengas que devaluar las tuyas propias.
Aprender recursos y herramientas que completen tu desarrollo personal
Aprender a tomar decisiones, ser más asertivo, mejorar nuestra inteligencia emocional, gestionar nuestra agenda y organización, auto cuidado y estilo de vida saludable, en definitiva son aprendizajes que sin duda van a contribuir a mejorar tu autoestima. No descuides estar aprendiendo en ti.
Sentirnos bien en nuestra piel es un reto a trabajar cada día
Ser conscientes que nuestra autoestima no es una condición estable, sino que requiere de esfuerzo y aprendizaje a diario, es estar comprometidos con nosotros mismos.
Te animo a saber más sobre autoestima, participando en el congreso online gratuito que organiza AEPSIS.
Puedes inscribirte en este enlace: https://www.aepsis.com/congreso-internacional-desarrollo-autoestima/
Mi participación es mañana viernes a las 17,20. ¡Nos vemos allí!