Cómo poner tus emociones al servicio de tu autocuidado. Claves para empezar.

Por 27 junio, 2023Blog
consejos-claves-incorporar-aplicar-autocuidado-inteligencia-emocional-vida-dia-a-dia

Estamos en la era del autocuidado y el desarrollo personal, ¿pero qué significa exactamente esto? ¿Por qué tenemos tantos conocimientos a nuestro alcance sobre cómo cuidarnos y resulta que nos acabamos dejando de lado?

En mi opinión nos falta cultivar sabiduría, ¡sí!, aprender a aplicar lo que sabemos y creemos a nuestra forma de vivir.

Y para ello la Inteligencia Emocional nos brinda recursos para poner nuestras emociones al servicio de nuestras metas.

Este tema fue el hilo conductor de los talleres que tuve la oportunidad impartir en la Universidad Cardenal Herrera de Valencia, Castellón y Elche este mes de junio.

La Inteligencia Emocional es la capacidad para reconocer nuestras emociones en el momento que las estamos sintiendo, también esta capacidad nos permite poder regularlas, además de poder gestionar las emociones de los demás.

como-desarrollar-aplicar-introducir-inteligencia-emocional-autocuidado-vida-saludable

¿Qué son las emociones y para qué sirven?

 

Las emociones son reacciones afectivas con base hormonal, es decir, que cada persona reaccionamos de forma subjetiva ante lo que nos pasa, y eso que sentimos viene acompañado de sensaciones por lado afectivas y otras físicas.

Hay emociones que nos gustan sentir y otras que nos desagradan. Te recomiendo que pongas un listado de emociones en tu teléfono y a lo largo del día vayas conectando contigo mismo. Como muchas veces nos cuesta saber que es y cómo se llama lo que sentimos exactamente, ese listado te ayudará a aumentar tu vocabulario emocional poco a poco.

Cuando ponemos nombre a lo que nos pasa, podemos comprender mejor lo que nos ocurre y de esta forma poder regularlo. Así pues, si aprendemos a conocer y regular mejor nuestras emociones, estas podríamos llevarlas al servicio de nuestros objetivos.

Por otro lado, las emociones tienen su función y además son necesarias y útiles siempre y cuando las sepamos controlar. Por ejemplo, cuando sentimos emociones agradables como la alegría, el entusiasmo o el amor, nuestro cuerpo se llena de energía y nos impulsan a acciones como mayor relación social y emprendimiento de tareas. Por otro lado, las emociones agradables protegen nuestro sistema autoinmune y este está más reforzado para protegernos.

Las emociones desagradables, también tienen su función de forma puntual, sin embargo, cuando se desbordan o se hacen más crónicas nos llevan a tener problemas emocionales y problemas de salud.

Por ejemplo, el enfado hace que queramos cambiar situaciones que nos agravian y nos llevan a pensar en soluciones y tomar decisiones, el miedo hará que nos pongamos en modo vigilante y tomemos precauciones, cosa que es necesaria para nuestra supervivencia.

Pero ahora llevemos la Inteligencia Emocional al autocuidado.

En estos momentos de tu vida, pregúntate cuál es tu compromiso con tu autocuidado, si tuvieras un termómetro que midiera cuanto de consciente eres con cuidarte, y las acciones que esto supone, ¿dónde estarías del 1 al 10? (siendo 1 muy bajo y 10 alto mi nivel de compromiso conmigo misma/o en este momento)

como-gestionar-regular-mejorar-reconocer-identificar-emociones-pensamientos-bienestar-personal

¿Qué entendemos por autocuidado?

 

Me gustaría que vieras tu autocuidado como una forma integral de tratarte y vivir, como una filosofía de vida, en la que estás comprometido e implicado contigo a través de un conjunto de acciones en 3 dimensiones: CuerpoMenteEspíritu.

recursos-herramientas-estrategias-aprender-mejorar-potenciar-actitud-pensamientos-emociones-positivas

 

Cuidar de ti es posible cuando hay una actitud de aceptación y de cariño hacia ti mismo.

“No cuidaremos aquello que no respetemos ni apreciemos”.

¿Te has parado a pensar en ello? Tu autocuidado implica que tomes una serie de acciones enfocadas en estas 3 áreas. Como ves cuidar de nosotros no tiene nada que ver con empezar con mucho entusiasmo un día con la alimentación y a las 2 semanas volver a lo de siempre. Si eso te ocurre, piensa en que te mueve.

“Por qué más importante que lo que haces son los motivos por lo que lo haces”.

La capacidad para automotivarte es otra de las dimensiones de la I. Emocional. Reflexiona acerca de que te mueve cada mañana, para dar lo mejor de ti, cuidarte y cuidar de otros.

Tu propio autocuidado es un concepto de actitud frente a la vida, se trata de cómo quieres vivir, y que estilo de vida quieres potenciar y a partir de ahí, aprender los recursos necesarios para poder alinear lo que quieres con las decisiones que tomas cada día de tu vida y así poder sacarle el máximo jugo a esta.

Cómo has podido ver el autocuidado no solo va dirigido a nuestro cuerpo, también tenemos que invertir en cuidad nuestra mente y espíritu. Estas son las grandes olvidadas.

 

Ahora toca cuidar de tu mente

 

Hay un proverbio bíblico que dice: “Y sobre todas las cosas, guarda tu mente, porque ella es la fuente de tu vida”. Esto nos hace reflexionar, ¿qué significa guardar nuestra mente? Cuidar nuestra mente implica cuidar y renovar lo que pensamos.

Cada día acuden a nuestra mente muchos pensamientos y muchos de ellos no son adecuados, más bien vienen deformados, y deforman la realidad que vemos, y esto nos trae consecuencias negativas para nuestra salud física y emocional.

Por ello es importante que aprendamos a cambiar los pensamientos que nos hacen daño y los sustituyamos por otros más adecuados a la realidad. En este enlace te dejo unos vídeos que te ayudarán a saber por dónde empezar.

 

 

 

 

Vamos ahora al cuidado de nuestro espíritu

 

Con independencia de que tengas un credo religioso o no, todos podemos conectar con nuestra espiritualidad de muchas formas, esto es algo muy personal, que te animo a que tú explores y descubras que te ayuda a cuidar esta área.

Si has decidido creer en lo que dice alguna religión, cuidar esta parte de ti, sería dedicar tiempo a estudiar eso en lo que dices que crees, y alinear tu vida con ello con actitudes que hagan que te sientes coherente con aquello en lo que crees.

Si, por el contrario, no te identificas con ninguna religión, puedes desarrollar tu espiritualidad a través de la observación y el contacto de la naturaleza, la música, con todo lo que te resulte bello y te haga fundirte en ello, también donar tu tiempo y ayudar a otros, te conectará con esta parte de ti.

Recuerda que el cuidarnos es una responsabilidad personal, solo depende de ti.

¡Si necesitas ayuda para empezar, ¿hablamos?