Cómo afrontar con optimismo el nuevo futuro, fue el titulo de la charla que impartí el pasado viernes a personal del área de subdirección de formación de ADIF.
La charla arrancó haciendo un viaje por nuestro mundo interior, a través de un ejercicio de introspección, cuya finalidad era doble: por un lado tomar conciencia de nuestros temores e inseguridades respecto la nueva realidad que nos espera en todos nuestros ámbitos (personal, profesional, familiar, social…) y por otro lado, identificar los retos a los que cada uno de nosotros tendremos que hacer frente.
Este momento de la charla implicó una mirada hacia nuestro interior, y aprendimos que el autoconocimiento es un potente ejercicio para avanzar en el logro de nuestras metas y en la superación de nuestros miedos. Al mismo tiempo que miramos hacia el mindfulness como práctica potenciadora en esta área.
Además descubrimos que parte de nuestro mundo interior, lo podemos trasladar a una especie de ecuación emocional.
Pensamiento = emoción + conducta.
Entender la relación directa entre lo que pienso, siento y hago, es un elemento clave para entender mejor lo que nos pasa, y que este es el primer paso para poder cambiar lo que mi mente me envía de forma involuntaria y muchas veces distorsionada.
Fue interesante y útil aprender que en este tiempo de confinamiento e incertidumbre, no tenemos porqué creernos todo lo que la fábrica de nuestros pensamientos nos dice, y que podemos cuestionarnos lo que pensamos en función de la objetividad, la utilidad, la intensidad de mis emociones y el lenguaje de nuestro diálogo interior.
También aprendimos que nuestra mente nos cuenta mentiras y que conocer las distorsiones mentales es necesario para evitar caer en el pesimismo y la desesperanza en estos momentos.
Proseguimos enumerando que actitudes tener en cuenta durante el desconfinamiento con el fin de evitarnos problemas, como:
- Estar demasiado enfocados en las noticias e informaciones relacionadas con el Covid, ya que le pondremos difícil a nuestra mente desconectar de todo lo negativo que vivimos en este momento.
- Ir tomando contacto con el exterior de forma progresiva y cada uno según sus ritmos. Evitar aislarse totalmente ya que podríamos desarrollar demasiado miedo a salir y contribuir al llamado síndrome de la cabaña.
- Que es importante aprender a tener el miedo bajo control. El suficiente para mantenernos protegidos, pero un miedo descontrolado nos llevaría a problemas de ansiedad.
- Aprender a no vivir en el pasado ni en el futuro, ya que eso nos llevaría a la melancolía y/o la ansiedad excesiva.
Acabando con una serie de reflexiones y recomendaciones:
- Que nos tomáramos tiempo para revisar y descubrir nuestras fortalezas personales, con el fin de que ser conscientes de estas, nos ayudarían a transitar en estos momentos difíciles.
- Que nos diéramos permiso para experimentar emociones desagradables, sin juzgarnos por ello. Que son parte de nuestro sufrimiento y que también son necesarias para avanzar.
- Que aprendamos a quedarnos en nuestro momento presente, para saborear todas esas pequeñas cosas buenas que nos rodean a diario ya que estar en el pasado o futuro nos robará esos valiosos momentos.
- Que continuemos poniéndonos metas a diario, ya que eso nos ayuda a estar enfocados y más ilusionados.
- Que cada día tenemos que seguir ganándole la batalla a nuestros pensamientos y para ello nos animó a seguir los 4 pasos que podemos encontrar en los siguientes enlaces.
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Cómo renovar tu mente día a día con pensamientos optimistas.
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Cuatro preguntas para subir tu ánimo durante el coronavirus.
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El lenguaje del optimismo: cómo hablarte para llevar tu ánimo arriba.
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Mentiras que tu mente te cuenta y no sabes.
En definitiva, fue una jornada profunda y necesaria para reflexionar sobre cómo queremos caminar en la nueva realidad.