No dejes que los pájaros hagan nidos en tu cabeza

Por 27 julio, 2016Blog
ansiedad_controlar_preocupaciones

Aprender a vivir sin preocupaciones

Hay muchos tipos de preocupaciones. Preocupaciones acerca de la salud, la familia, el dinero, la pareja. Nos preocupamos acerca de lo que sentimos, pensamos, hacemos…

Pero ¿qué es la preocupación?, el hecho de preocuparnos indica que damos cabida en nuestra mente a una serie de pensamientos acerca de cosas que tememos que pasen y que aún no han sucedido.
Ante una sintomatología física pensamos: “esto es un cáncer…”, ante un pensamiento intenso e involuntario de carácter amenazante o desagradable pensamos: “no debería pensar en esto, si lo pienso podría llegar a hacerlo”…, ante un mareo, presión en el pecho u otra sensación física intensa pensamos: “perderé el control, moriré, me volveré loco”…, ante un problema: “esto saldrá mal, no podré superarlo”…Y así sucesivamente ante un sinfín de situaciones.

Sí, así somos y la preocupación está impregnada en nosotros.

Hilando fino, podríamos decir que en realidad preocuparse de algo es incluso práctico, ya que nos pone a pensar acerca de los problemas y sucesos de nuestra vida, y si con ello organizamos, planificamos, buscamos soluciones y nos enfrentamos mejor a aquello a lo cual hemos estado dedicándole un tiempo, pues cabría esperar que fuera incluso provechoso. Sin embargo, nada mas lejos de la realidad. La cuestión es que aquello que nos preocupa, nos genera temor. Lo cierto, es que a nuestra mente acaban viniendo un sinfín de pensamientos catastrofistas y negativos, muy negativos acerca de lo que nos preocupa. Es entonces, cuando nuestras preocupaciones acabaran controlándonos.

Uff! estamos entrando en el terreno de lo abstracto, dentro de la mente. ¡Vamos a ponerle cuerpo a la preocupación! En realidad son pensamientos, palabras…Y ya lo dice la Biblia, la palabra tiene poder.

Punto número 1: A partir de ahora, cuando algo te preocupe ponle cuerpo. Escribe tu preocupación y se muy cuidadoso con las palabras que elijas para expresar lo que temes. Las cosas visibles se afrontan mejor.

Sigamos…¿qué significa que algo nos controla? En este caso una preocupación te controla cuando te la crees. Es cierto que los pensamientos son automáticos, vienen a mi mente de forma descontrolada y parece que estoy a merced de ellos. Sin embargo, tienes que saber que porque algo venga a tu mente, eso no significa que sea verdad.
Por decirlo de otro modo, los pájaros pueden volar sobre tu cabeza, otra cosa es si tu los dejas que hagan allí su nido.

Punto número 2: Cuando un pensamientos te haga daño, tú decides si lo vas a creer. Pregúntate ¿qué pruebas tengo acerca de lo que me estoy creyendo?,¿existen otras posibles explicaciones al respecto?, ¿me sirve para algo útil pensar así?, ¿estoy utilizando un lenguaje extremista ( todo, nada, siempre, seguro)? Si es así cámbialo por otro como: es posible, me gustaría, en ocasiones… Pensar sobre lo que pensamos, es un ejercicio imprescindible para controlar nuestras preocupaciones. Ejercítate en esto y practícalo.
Sobre como lograr esta acción es por lo que te debes preocupar.

Punto numero 3: Ocúpate cada día de escribir tus preocupaciones, clasificalas por áreas (familia, salud, trabajo, problemas de pareja…) y ponlas en una pequeña caja. Después escribe un pensamiento alternativo para cada una de las preocupaciones (ese pensamiento alternativo, lo sacarás haciéndote las preguntas del punto anterior). Sustituye el pensamiento que te hace daño por ese otro alternativo que has encontrado y que será mucho más adecuado a la realidad. Verás como tus emociones son más moderadas al pensar de forma más objetiva. ¡Inténtalo!

Quizás al leer esto, estarás pensando qué difícil es controlar una preocupación, y tienes razón no es fácil. Pero con entrenamiento, y determinación es posible mejorar y empezar a controlar tus preocupaciones.

Si quieres aprender más sobre lo que te preocupa, contacta conmigo.

Tel: 963326238. Primera consulta gratuita.